sábado, 18 de julio de 2009

Segundo vuelo accidentado. No son las baterías.


¡Hola! Sigo siendo María porque mi padre está algo vago. Hoy hemos ido a volar por segunda vez, y hoy hemos cargado en condiciones las baterías para que no pase lo de la vez pasada, y el primer vuelo a salido bien. Hemos volado la Batería Roja 1. Hemos aterrizado porque yo tenía mal los trims y se me iba el avión a tomar vientos (y nunca mejor dicho). La segunda batería era la Batería Roja 2, y allí mi radio (que se llama Focusín, porque es la Focus 4, aunque Focusín me recuerda a la medicina de los Simpson) murió, o algo parecido. ¡Tira para acá, María! ¡Pero si yo le doy para allá! ¡Pero no ves que está de frente y tienes que darle para la viceversa, se ha ido para allá!
La tercera batería era la Batería Amarilla, y, a pesar de que es mi favorita y la que mejor voló la vez pasada, estaba fatal. Volamos un poco, pero al ver que si seguíamos el avión moriría estampándose contra el árbol o así, decidimos aterrizar limpiamente en el suelo (¡un récord! ¡tres atizarres limpios! ¡la vez pasada sólo hubo uno!).
Mi padre me ha conseguido una guía. Me la acabo de terminar y la verdad es que, aunque me la he leído y me he enterado, hay cosas que ni me han entrado. A mí el vocabularia científico sólo me entra para los dinosaurios (que son moníííísimos). Aunque hay cosas que yo no podré hacer en la vida. ¿Cómo narices voy a hacer un looping? ¡UN LOOPING! ¡SI NI SE GIRAR DE FRENTE!
Jo, espero poder girar de frente sin equivocarme. Paso 2: Practicar el simulador. Sin el simulador no hacemos nada. Y quizás allí me salga un looping que, seguramente, termine en tragedia.

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