¡¡Huola!! Aquí está la que faltaba. En realidad soy un virus que me he metido en el ordenador para invadir... Que no, que soy María, la hija del que ha escrito las dos entradas anteriores. Hacía tiempo que no cogía el ordenador (mi querida hermanita pequeña, que me absorve), y hoy lo cogí para hacer una cosa a mi hermana y me encontré con que mi padre me había enviado la dirección de su blog.
Me dio los datos para que escribiera, y yo, pues bueno, a escribir.
Empecé con el simulador. Lo primero que hacía era colgar el avión (¡mira cómo sube, mira cómo sube! Ostras, ¿y ahora por qué baja?) y después me equivocaba, le daba abajo cuando quería ir abajo, en vez de darle arriba... Después le ponía la cámara y le hacía subi muuuy alto (después lo bajaba, pero a veces se pasaba y hacía un "aterrizaje forzoso"). El miércoles nos fuimos a volar y mi padre, con el Cable Maestro Alumno, me hizo volar. Conste que lo hice mal porque mi mando es un patata y no me dejaba mover los alerones y tenía que mover con el timón. Además, cargué las baterías a uno y el avión daba turbulencias. En fin, si hubiera gente dentro del Easy Glider, el avioncito, se habría quedado literalmente sin cabeza (la de cabezas que he arrancado yo, y ahora me arrepiento). La versión oficial son las baterías, pero mi inexperiencia no se descarta.
Ayer hicimos algunas pruebas para que yo pueda usar los alerones (aunque mi padre pierde los flaperones, con una i. ¡Pero una Y, o sea, una I GRIEGA, que no es lo mismo que la I LATINA).
En fin, intentaré no romper el avión, como en el simulador, y volar bien, aunque queda mucho para eso. Paso 1: Cargar bien las baterías. Eso elemental.
sábado, 18 de julio de 2009
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